OPINIÓN | Emergencia climática: ¿economía a corto plazo o salud a largo plazo?

 Opinión Arnau Ruiz

Si no reducimos las emisiones de carbono, en dos años nos enfrentaremos a oleadas de calor extremo y tormentas sin precedentes, y en 2050 la Tierra podría ser inhabitable

En medio de la creciente preocupación por la emergencia climática, 196 países y la Unión Europea firmaron el Acuerdo de París en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP21). Un acuerdo cuyo objetivo principal era reducir los efectos del cambio climático, comprometiéndose a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Un hito histórico que supuso, por primera vez en la historia, la unión de casi todos los países del mundo (solo exceptuando Eritrea, Irán, Irak, Libia, Sudán del Sur, Turquía y Yemen) para afrontar el cambio climático. Esto conjeturó un paso gigante en esta emergencia, pero a medida que pasaban los años, los países se han ido echando atrás en estas medidas que se acordaron. 

Fuente: SINC

En las últimas semanas, hemos visto cómo la Unión Europea ha puesto el freno a las políticas climáticas sobre los coches, justificando que sería un duro golpe para la industria automovilística. Y en Reino Unido, con el primer ministro británico Rishi Sunak al frente, echándose atrás para así poder "ahorrar dinero a los consumidores". El político británico afirmó que confía "en que podamos adoptar un enfoque más pragmático, proporcionado y realista para lograr la neutralidad de carbono, lo que aligera la carga de los trabajadores”. Unas palabras que no son del agrado del Comité de Estado Mayor de las Naciones Unidas.

Pasos atrás y frenadas. Con el cambio climático en su punto más destructor, los poderes políticos, una vez tenían que empezar a aplicar las políticas climáticas, han sucumbido al populismo y al miedo al 'qué dirán' y han puesto freno a los acuerdos por motivos económicos y políticos. El retardismo y el negacionismo climático nos llevarán a la destrucción. Según el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), si no reducimos las emisiones de carbono, en dos años nos enfrentaremos a oleadas de calor extremo y tormentas sin precedentes, y en 2050 la Tierra podría ser inhabitable.

Fuente: Ursula Von der Leyen

"Si se retrasan las medidas, los costes macroeconómicos serán mayores". Es lo que indicó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2022, contrariando el argumento que están utilizando las altas administraciones y evidenciando que se están echando atrás por unas pérdidas económicas a corto plazo. Unas medidas retrasadas, poco creíbles y aplicadas parcialmente, nos condenarán a un futuro negro. Económicamente, el coste de la transición a unas energías renovables se duplicará y, por otra parte, nuestra calidad de vida y salud se verán gravemente afectadas.

Priorizar la economía a corto plazo ante nuestra salud a largo plazo es algo que no podemos permitirnos y que puede convertirse en el principio del fin para nuestro planeta. Las políticas climáticas no pueden esperar. Si no las aplicamos con máxima urgencia, ya no habrá nada que hacer.


Arnau Ruiz

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